Este gran viaje por Nueva Zelanda me ha traído a Wellington en el momento de la premiere mundial de “El Hobbit. La ciudad natal de Peter Jackson se vistió de gala una vez más para un acontecimiento que está acercando Nueva Zelanda a todo el mundo.
El Monte Victoria está a escasos dos kilómetros del centro, se puede llegar a pie con un poco de esfuerzo, porque la subida es bastante empinada. Desde allí contemplamos las fantásticas vistas de 360 grados de la ciudad, y en sus bosques se localiza la escena de “La Comunidad del Anillo” en la que los cuatro hobbits se tienen que ocultar del temible jinete de Sauron, escondiéndose entre las raíces de un árbol. Los alrededores de Wellington fueron escenario clave en los rodajes de exteriores de “El Señor de los Anillos” y en otras películas anteriores de Peter Jackson.
Los tres enormes trolls que intimidaron a los fans en la alfombra roja del teatro Embassy hicieron su primera aparición juntos ante la audiencia en julio de 2012, en la Convención del Cómic de San Diego, y ahora se encuentran expuestos en el museo Te Papa, el museo de Nueva Zelanda, para retratarse con todos los que se pasan por allí. Las tres criaturitas tienen nombre propio: el tío guapo de la izquierda es William, el que parece que te va a aplastar la cabeza con su inmenso pie es Tom, y Bert es el atractivo galán de la derecha. Una magistral obra original de los artistas de Weta Workshop, la empresa de efectos digitales que se ha encargado, una vez más, de crear la magia digital en “El Hobbit”.
Nacida como RT Effects en un apartamento en Wellington donde vivían Richard Taylor y Tania Rodger en 1987, se convirtió en Weta Workshop cuando esta pareja se alió con el desconocido Peter Jackson y Jamie Selkirk en 1993 para el rodaje de Heavenly Creatures. El reconocimiento internacional les llegó con la trilogía de “El Señor de los Anillos”, dando vida a personajes tan increíbles como Gollum con una tecnología vanguardista, y la postproducción de todos los efectos digitales en las aventuras de Aragorn, Legolas, Gimly y los hobbits. Una verdadera obra de arte que ha continuado su progreso en producciones de talla mundial como King Kong, Avatar o Tintín.
La Weta Cave es la tienda de exposición de estas superproducciones, especialmente orientada a “El Señor de los Anillos”, y la visita es gratuita. Allí estuve admirando piezas originales de las películas, como armaduras, yelmos y espadas, recreaciones a tamaño natural de Gandalf y el temible comandante de los orcos, y un exclusivo making of de la labor de los genios desempeñada en la creación de personajes y efectos digitales. Este mini museo está en Miramar, un barrio un tanto alejado de Wellington al hay que llegar en autobús, y se encuentra muy cercano a los estudios Stone Street, donde se rodaron muchas de las escenas de interiores y en chroma key (pantalla verde) de las películas de la trilogía, más tarde también de King Kong y Avatar y ahora de “El Hobbit”.
Wellington es el centro de la Tierra Media y localización principal en el rodaje y la producción de las películas, hasta el punto de que hay un debate abierto para la creación de un cartel de WELLYWOOD en una de las colinas cercanas. He pasado aquí cinco días de cine en este gran viaje por Nueva Zelanda que me va a llevar a otros lugares míticos de las sagas, como el Parque de los Volcanes de Tongariro, donde se localizó Mordor, Hamilton y La Comarca y, por supuesto, los increíbles paisajes alpinos de la Isla Sur.